Los empresarios conocen mejor que nadie la aventura que supone poner en marcha un negocio. Emprender es arriesgar y, por eso, prever y reducir al máximo los riesgos es un punto fundamental de la estrategia empresarial para garantizar el éxito y supervivencia del negocio. Para esto, es imprescindible protegerlo ante los incidentes adversos y ajenos a la voluntad que pueden ocurrir: accidentes laborales, robos, incendios, ataques informáticos o situaciones en la actividad ante los que el cliente puede reclamar responsabilidades al empresario.
Para cualquier empresario es indispensable contar con seguros que le den la tranquilidad que necesita para centrarse en desarrollar su actividad sin tener que preocuparse por los daños, siniestros e imprevistos que pueden surgir y provocar grandes pérdidas económicas.
Por eso, explicamos hoy cómo proteger los principales riesgos empresariales mediante el seguro. Aunque cada negocio es diferente y necesita coberturas distintas en función de su actividad, tamaño, localizaciones, etc, hay una serie de seguros que son muy recomendables, e incluso obligatorios, y que marcan el punto de partida de cualquier análisis de riesgos. Vamos a analizarlos:
El primero que debes conocer es el Seguro de Responsabilidad Civil, más conocido como RC. Si estás pensando en emprender o ya has montado tu propia empresa, este es el seguro por excelencia y sin el cual no puedes arrancar ningún proyecto. Es obligatorio por Ley y tiene como objetivo cubrir los daños y perjuicios que una empresa cause a terceros en el desarrollo de su actividad.
Dentro de este seguro existen numerosas modalidades para empresas, entre las que destacamos:
Otro seguro imprescindible para comenzar la andadura profesional es el Seguro de Daños Materiales o Riesgo Empresarial. A lo largo de nuestra vida se dan situaciones que nos pueden afectar y que no dependen de nuestra voluntad. Las empresas no son una excepción, toda empresa puede verse afectada por un siniestro de gran envergadura a consecuencia de un incendio, un fenómeno meteorológico o un fallo eléctrico. Por ello, se debe proteger el patrimonio de la empresa, tanto material como inmaterial.
Como comentábamos al principio, cada proyecto es diferente por lo que debe partir de un análisis de riesgos específico, y así determinar el mapa de necesidades. Además, no todas las empresas tienen la obligación ni la necesidad de contratar los mismos seguros. Por tanto, un asesoramiento personalizado a través de una correduría de seguros es más que recomendable para hacerle la vida más fácil a los emprendedores y conseguir que contratar los seguros más adecuados para cada negocio sea el menor de los problemas.
Por último, el tercer seguro que debes conocer es el Seguro Colectivo de Accidentes Personales. Además del patrimonio de la empresa, debemos asegurar a las personas que forman parte de la entidad: la plantilla de empleados. Con este seguro todos los empleados estarán protegidos frente a las consecuencias derivadas de cualquier tipo de accidentes. Este seguro es importante ya que con él asegurarás la estabilidad económica y tranquilidad de los empleados y sus familiares. Va dirigido a cubrir el riesgo de fallecimiento o la invalidez, en sus distintos grados, de los trabajadores de la empresa, además de proteger su integridad corporal mediante asistencia sanitaria.
En resumen, existen tres seguros imprescindibles con los que una empresa debe contar para el desarrollo de su actividad: Responsabilidad Civil, Seguro de Daños Materiales o Riesgo Empresarial y Seguro Colectivo de Accidentes Personales. Pero no son todos. Existen otros más específicos como los Seguros de Flotas, los Seguros frente a Ciberataques, Seguros de Crédito, etc., que analizaremos en el siguiente post.
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